En la vorágine de la vida moderna, regresar al domicilio después de una faena diaria agotadora y afrontar los fogones puede parecer una tarea titánica. Precisamente en esa instancia donde el delivery en Longchamps se transforma en un cómplice esencial. Aun así, no todos los héroes llevan capa, y no cada motocicleta que serpentea por la Av. H.